Como mis padres están ocupados con el trabajo este verano, tengo que quedarme en casa de mi tío. Mi tío todavía vive en el campo, una pequeña zona rural. No hay señal de teléfono, no hay lugares para jugar, las tiendas de conveniencia están lejos de aquí. Hace calor y no hay nada que hacer, lo que me vuelve casi loco. Mientras estaba aburrido, mi vecina, la primera chica que amé, vino a visitarme. Ella es tan hermosa, especialmente sus pechos en forma de J de los que no puedo quitar los ojos de encima. Esa tarde, como recibí verduras de mi vecino, mi tío me pidió que le llevara algo de comida para dársela a él, su cliente habitual. Tan pronto como llegué a la puerta, escuché algo muy extraño. Mirando por la ventana, ¡la vi desnuda abrazando y besando a otro hombre! La escena era tan fascinante que no podía quitarle los ojos de encima. Ella también parecía haberme descubierto, pero no se detuvo sino que gimió aún más fuerte, más lujuriosa y más atrevida, como si me estuviera mostrando su yo lujurioso. Después de ese momento, la imagen de ella teniendo sexo con otra persona siguió apareciendo en mi mente. De repente vino a buscarme, me invitó y ¡cómo resistirme a su atracción fatal! A partir de ahí hicimos el amor día tras día, este lugar ya no me aburre pero ojalá pudiera quedarme aquí para siempre, ¡no tener que volver a la ciudad!
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