No mucho después de salir de la ducha, su cuerpo comenzó a calentarse. El estrés y la fatiga del trabajo durante tanto tiempo finalmente fueron aliviados por su masturbación. Mientras estaban absortos en sus hermosas manos flexibles, dos hombres extraños surgieron de la nada. Accidentalmente encontraron algunos kits de juguetes sexuales e inmediatamente los bajaron para probarlos en el cuerpo de Imai Kaho. Ella no se resistió en absoluto, al contrario, lo disfrutó inmensamente porque la hizo sentir realmente renovada, eliminando toda la ansiedad en el trabajo que alguna vez había encontrado. Pero eso no parece ser suficiente para satisfacer a esta chica lujuriosa. Imai Kaho también quiere dos hombres extraños que la hagan aún más feliz con sus propios cuerpos.