Por confiar demasiado en quienes distribuían folletos anunciando un famoso lugar de masajes con excelente calidad de servicio, Mira Tamana tuvo que pagar un precio bastante caro. Después de conocer el centro, se inscribió en un curso de masaje en sauna con la esperanza de aliviar su estado de ánimo tan estresante. Pero ella no sabía que este centro fue abierto por una prostituta pervertida, él se especializaba en atraer aquí a hermosas jóvenes y luego poner afrodisíacos en la máquina de sauna, haciéndolas perder la razón y obligándolo a satisfacer su pasión animal.